martes, 15 de octubre de 2019

Oso pardo en territorio leonés

Es un obsequio de la naturaleza el poder observar los indicios de uno de nuestros grandes carnívoros en el medio natural. Esta vez, algunas señales de presencia del oso pardo nos deleitaron en uno de esos espectaculares parajes leoneses que aún se conservan en buen estado. Emociona saber que todavía quedan bosques donde se puedan refugiar los úrsidos después del exterminio al que fueron sometidos y la brutal destrucción y fragmentación de los hábitats donde se encontraban... No suelo ser muy optimista en estos aspectos, y aunque aún se conserven grandes territorios donde los plantígrados puedan vivir con relativa tranquilidad y las poblaciones vayan en alza, el impacto y sobre todo la mente enquistada de ese homínido que se cree superior no deja existir..., y quién sabe. 

Pero centrándonos un poco en el presente sin obviar el futuro..., paso a mostrar algunos de los indicios que presenciamos. Aunque dejaré para otra entrada específica el más espectacular... 😊

En las siguientes imágenes apreciamos unos arañazos producidos por las zarpas del oso, que más que arañazos es un monumental descortezado del tronco. Impresiona ver esto y sobre todo si alcanza los 190 cm de altura, como fue el caso. Gracias a Jorge Falagán por indicarnos por donde se encontraban.

En la tercera imagen muestro como curiosidad una trampa de pelos que ha sido colocada por la guardería forestal. Estas trampas son utilizadas para conseguir material genético (en este caso pelos del animal) para el posterior estudio y seguimiento de las poblaciones. 

A continuación podemos ver como una baliza de sendero próxima también se encontraba marcada, destrozada probablemente a mordiscos... Curiosamente el desgarro de esta misma baliza sirvió para enganchar algún que otro pelo, que casi con seguridad se trataría del individuo que lo realizó.


Arañazos producidos por el oso en el tronco de un pino. 

Trampa de pelos utilizada para la obtención de material genético.

Baliza de sendero marcada por el oso.

Pelos muy problablemente del individuo que realizó el marcaje

En la siguiente imagen podemos ver matas de arandaneras, siendo su fruto, los arándanos, un rico manjar para los osos y básicos en su dieta.


Arandaneras (sin arándanos ya)

Para finalizar este capítulo muestro unos excrementos de oso pardo encontrados en el interior de un espectacular bosque de hayas y robles, muy propio, puede que su composición fuesen bellotas de la quercínea.

Excrementos de oso pardo

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