viernes, 27 de julio de 2018

Celo del corzo morisco

Nos encontramos en pleno celo del corzo (Capreolus capreolus). En un paseo por las entrañas del parque natural Los Alcornocales al atardecer, sorprendimos a cuatro corzos que seguidamente comenzaron a ladrar al extrañar nuestra presencia. Como ya he comentado en múltiples ocasiones, el corzo que encontramos en estas tierras del sur (Cádiz y Málaga), es una variedad diferenciada del corzo que habita en el resto de la península ibérica. Se trata de un corzo más pequeño, más desconfiado y más esquivo, alcanza densidades más bajas y tienen territorios más extensos, ya que se trata de un corzo muy territorial. Esta variedad de corzo fue el resultado de un aislamiento geográfico, a la vez influenciado por las condiciones climatológicas y ambientales tan peculiares que se dan junto al Estrecho.

No es común ver un agrupamiento de cuatro corzos en estos parajes, salvo en los momentos de celo en el que los machos se disputan sus territorios con broncos ladridos.

Para ver el vídeo recomiendo ajustar la mejor calidad ya que la segunda parte fue grabada con un dispositivo móvil. Aunque lo importante en este caso será el sonido.






jueves, 26 de julio de 2018

Garduña con culebra de escalera

Íbamos de vuelta a casa ya entrada la noche, cuando los faros del coche iluminaron a un animal paralizado en la misma carretera. Se traba de una garduña (Martes foina). Aunque no es difícil sorprender por la noche a este precioso carnívoro en carreteras de la sierra, lo interesante resultó ver que en su boca transportaba algo. Ese algo era una culebra de escalera, o mejor dicho, la mitad de una culebra de escalera. Ello nos demuestra el amplio abanico de presas que tiene este mustélido. El hecho de que en sus fauces llevase la mitad también es un dato curioso, ya que la acción de seccionar las presas para transportarlas es habitual en esta especie. 

Tras estar inmóvil unos segundos, la garduña soltó la culebra y seguidamente escapó por el margen izquierdo. Esperemos que volviese a por la cena de esa noche...

Aunque la calidad de la imagen no es muy buena ya que se trata de una captura de vídeo, más o  menos es apreciable.


viernes, 13 de julio de 2018

Gelatina de nutria (Lutra lutra)

Uno de los indicios que nos ayuda a detectar a la nutria son, entre otros, sus excrementos. La nutria marca con ellos sus territorios y para ello suele usar puntos visibles, como son piedras, construcciones humanas, senderos..., aunque a veces pueden estar escondidos a la percepción de nuestros ojos, por ejemplo entre la hierba y resultan difíciles de detectar. O incluso puede estar la nutria presente y no marcar con excrementos visibles, como puede ocurrir según la bibliografía en el periodo de cría, y seguro algún caso más. Recuerdo en algún momento haber detectado a la nutria gracias a sus huellas y sin embargo, por más que he buscado no haber localizado ni un solo excremento.

 Excremento de nutria localizado en un punto visible, se trataba de una fuente.

Los excrementos de nutria pueden adquirir diferentes aspectos según su composición o presas ingeridas por el animal. Pueden contener restos de exoesqueletos de crustáceos, restos de peces (espinas y escamas), de anfibios, moluscos, incluso restos de plumas de aves o pelos de algún mamífero. En otro momento nos detendremos más detenidamente en este aspecto.

 Diferente composición de excrementos de nutria

Pero lo que hoy me lleva a realizar esta entrada son sus gelatinas. Indicio quizás algo menos usual y más difícil de encontrar. Las "gelatinas anales", como le llaman, son unas excreciones con un aspecto totalmente gelatinoso, de color verdoso amarillento. Dicen que estas mucosidades las segregan para evitar dañar el tracto intestinal o zona anal (no tengo claro en qué parte del digestivo se liberarán) de los restos no digeridos, que como ya hemos visto en los excrementos, lo suelen componer elementos punzantes o cortantes. Por otro lado dicen que las segregan cuando la nutria lleva más de un día sin comer..., lo cual ya no tendría mucho sentido si su propósito es proteger del alimento no digerido, a no ser que tardasen mucho tiempo en hacer una digestión y excretar. Sea cual sea exactamente su función, cuando lo aclare os lo cuento, nos quedaremos con eso, que existen otro tipo de indicios diferentes a los excrementos con un aspecto gelatinoso y que efectivamente corresponde a la nutria.

A continuación muestro una de estas gelatinas de aspecto viscoso, por su aspecto recientemente excretada. Como se aprecia, aparentemente se ha expulsado en el momento de dejar un excremento (pero diferente al aspecto oleoso que estos dejan a veces), en este caso cuadraría más una función protectora a la hora de excretar. Y a saber qué más, porque desconocemos muchos aspectos de nuestros carnívoros aún, y puede estas gelatinas estén envueltas de información.

Gelatina de nutria

En la siguiente imagen podemos apreciar el punto donde se encontraba la gelatina, junto a otros excrementos de diferente composición.

Punto de marcaje de una nutria

viernes, 6 de julio de 2018

La bella matadora

No son habituales estas horas para la gineta, la bella matadora. Con este nombre se refería Félix Rodríguez de la Fuente al carnívoro en aquel capítulo del Hombre y la Tierra, y no puede haber nombre más acertado, ya que es un animal que irradia una gran belleza y que está eficazmente adaptado para matar a sus presas.
 
A pesar de ser la gineta uno de los carnívoros más nocturnos que tenemos, como se comprueba en la cámara este individuo fue captado un buen rato antes de ponerse el sol. Puede que en estos días de cría estén algo más atareadas. O puede que el benévolo verano que nos está acompañando resulte afable para iniciar su jornada hoy un poco antes.