miércoles, 11 de noviembre de 2015

Cráneos de Tejón (Meles meles) y Zorro rojo (Vulpes vulpes). Comparativa.


Ya en la anterior entrada, y en otras ocasiones, estuvimos hablado sobre el tejón (Meles meles), mostrando algunas imágenes obtenidas mediante técnica de fototrampeo y algunos de sus indicios. También hicimos referencia a su morfología centrándonos principalmente en las extremidades anteriores, dotadas de grandes zarpas excavadoras y que usan como una versátil herramienta. En la siguiente publicación continuaremos hablando de este mustélido pero esta vez centrándonos en su cráneo y mandíbulas, de esta forma entenderemos mejor la vida y hábitos de este precioso carnívoro.

Aparte, también mostraremos el cráneo y mandíbulas del zorro (Vulpes vulpes), esto nos servirá como comparativa anatómica de otro carnívoro de diferente familia, y como ello se traduce a una vida también algo diferente.


Tejón (Meles meles)

Zorro rojo (Vulpes vulpes)

Primero observemos diversas perspectivas del cráneo de un tejón. 






Diferentes perspectivas del cráneo de un Tejón

Como se aprecia el tejón tiene un cráneo con forma triangular y de apariencia bastante robusta. También se aprecian fuertes mandíbulas con una dentadura aprovisionada de fornidos incisivos y caninos, y considerables molares. La forma de su cráneo y robustez, se debe sobre todo a que el tejón es un animal excavador y requiere de una estructura adaptada y una fuerza superior para profundizar las galerías de sus tejoneras. También podemos apreciar como posee una prominente cresta sagital, llámese como tal al saliente longitudinal en la parte superior del cráneo y que nos podría recordar a la "quilla" de un barco, pero en otra posición. En ella van insertados los músculos temporales que junto a la mandíbula, ejercen la presión que requieren para partir las raíces que encuentran a su paso cuando profundizan las galerías.

El hueco del globo ocular del tejón no es muy amplio, lo cual nos indica que tiene unos ojos pequeños. Característica que comparte todo animal excavador, ya que en el interior de los túneles tendrían poca funcionalidad y de esta forma evitan que la tierra sea un estorbo en su visión. Para ello también externamente están provistos de vibrisas oculares y que hacen la función de proteger de la arena.

Como ya hemos comentado el tejón tiene fuertes mandíbulas donde se insertan potentes molares trituradores propios de los herbívoros. Pero también tiene muelas carniceras propias de carnívoros y carroñeros, lo cual nos sugiere la dieta omnívora y amplia de este mustélido. Invertebrados, frutos, raíces, reptiles, gazapos, micromamíferos..., son algunos de los alimentos que incluyen en su variado menú, dependiendo el porcentaje que incorporan de su disponibilidad. En el morro del tejón encaja un hocico ancho que usa para hozar la tierra cuando busca alimento, y que aparte le posibilita de un afinado olfato, muy nesario para su detección.

Ahora pasemos a ver el cráneo de otro carnívoro pero perteneciente a otra familia, la de los cánidos, se trata del zorro rojo (Vulpes vulpes).






Diferentes perspectivas del cráneo del zorro


Si comparamos su estructura craneal y mandíbulas con la del tejón podremos apreciar características que nos sugieren una vida y hábitos distintos. El zorro a diferencia del tejón, presenta un hocico puntiagudo y estrecho, sus mandíbulas guardan cierta semejanza a unas potentes pinzas y dentición es la propia de carnívoros y carroñeros.

Es cierto que el zorro también habita en las conocidas zorreras y excava también sus túneles, pero ese uso lo restringen sobre todo a la época de cría, y en muchas ocasiones ocupan oquedades naturales en roquedos o tejoneras ya en desuso, incluso agrandan y acondicionan viejas uras de conejos. Podríamos decir pues que no tienen la necesidad de excavar como el tejón, que habita la mayor parte del tiempo en estos túneles y habitáculos que el mismo prepara, por lo que su cráneo no se encuentra especialmente adaptado a ello.

Sin embargo si que está adaptado a la captura de presas, ya que accede a las pequeñas cavidades donde habitan roedores y conejos. Su delgado y alargado hocico es el instrumento perfecto para ello, y también porque no, para evitar llevarse algún que otro mordisco...

La dentición del zorro está provista de desarrollados caninos y de muelas carniceras cortantes y afiladas, ideales para dar muerte y desgarrar presas como los ya comentados gazapos, roedores, aves, y también carroña, aunque no es un carnívoro estricto y también incorpora a su dieta gran variedad de frutos silvestres. Cuando observamos los cañones de las plumas de un ave apresado por un zorro, podremos observar perfectamente como algunos tienen cortes limpios y perfectos.

Y por último si comparamos el hueco del globo ocular con el del tejón no daremos cuenta de su mayor tamaño, ello se traduce a que tiene unos ojos más grandes, que unido a sus grandes pupilas verticales le confieren la capacidad perfecta para moverse con soltura en la oscuridad de la noche.

Espero que os hay resultado interesante esta comparativa y como siempre, gracias por vuestra visita.

martes, 8 de septiembre de 2015

El tejón (Meles meles)


Hoy me detendré brevemente, aprovechando las imágenes de una inesperada secuencia obtenida mediante técnicas de  fototrampeo, en el tejón (Meles meles). Mustélido robusto y del que ya hemos hablado en más de una ocasión. Este carnívoro es realmente admirable, ya no solo por lo entrañable que resulta y que nos podría recordar a un pequeño oso panda, el tejón es un animal tremendamente especializado, es una auténtica máquina excavadora. Su morfología está perfectamente adaptada para adentrarse en túneles, y sus extremidades poseen portentosas zarpas que usan como herramienta para ahondar esos túneles y realizar sus labores de mantenimiento. Esta versátil herramienta también la emplean en la búsqueda de alimento, desenterrando por ejemplo invertebrados como lombrices, acceder a madrigueras e incluso a puestas  de reptiles, ya que la alimentación del tejón es tremendamente variada.

Volviendo de nuevo a su capacidad de excavar túneles, al tejón lo podríamos equiparar a un topo, un topo grande y además con el título de arquitecto, ya que no solo se limita a socavar estas galerías. Este entramado de túneles llamados tejoneras son auténticas viviendas acomodadas, en estas existen también cámaras que el tejón ha acondicionado y las cuales cumplen cada una, una determinada función. Podríamos decir que tienen casi el mismo cometido que las habitaciones de nuestras casas. Los tejones pues, viven en auténticos y cómodos hogares adaptados a su vida diaria, ya que pasan la mayoría del tiempo dentro de el.





Y para finalizar os dejo unos bonitos rastros del mustélido, donde se pueden apreciar perfectamente marcadas sus poderosas uñas excavadoras. Podemos también observar como se solapan sus huellas traseras, con uñas algo más cortas pero que tienen también su función.

En una proxima entrada nos dedicaremos a su cráneo y mandíbula, forma y características. 




Como siempre, Gracias por vuestra visita.

miércoles, 15 de julio de 2015

Ya sé que te gusta salir en las fotos, pero...

Ya, ya sé que te gusta salir en las fotos, pero cuidao que no se come...!

(A veces pasa con estos protagonistas...)








lunes, 29 de junio de 2015

Una bonita sorpresa



A veces el fototrampeo, te da unas bonitas sorpresas...

 

jueves, 28 de mayo de 2015

El jabalí (Sus scrofa)


Volvemos a dedicar una breve entrada al jabalí (Sus scrofa), adjuntando foto de ejemplar y algunas imágenes de sus señales e indicios. Muestro a continuación una hembra de jabalí que pudimos sorprender en plena marisma de Doñana, con suerte al atardecer no resulta extraño toparse con algún ejemplar trasteando entre los cultivos a ver que pilla... Seguidamente una de sus huellas, donde destacan los talones, siempre oblicuos y apuntando hacia el exterior. En la siguiente fotografía podemos observar una baña donde se suelen revolcar para sus "cuidados y limpieza de la piel", o sea, desparacitación de pulgas y garrapatas. En la penúltima imagen vemos uno de los indicios que habitualmente se encuentran allá donde los hay, los pelos que suelen enganchar en alambradas al pasar. Como podemos apreciar son cerdas gruesas y bastante rígidas, ideales para proteger al cuerpo de la espesura del matorral y enfrentamientos con cotrincantes.

Finalmente muestro aunque no es un indicio, una de las jaulas que hasta la actualidad se estan colocando en el Parque Natual Los Alcornocales para atrapar híbridos de jabalí y cerdo ibérico. Hace tiempo se produjeron cruces con estos últimos y desde entonces existen en el parque gran cantidad de individuos hibrídos, que poco gustan en las fincas cinegéticas de caza mayor... En el interior de la jaula ponen como cebo maíz, que tanto gusta a los "cochinos", bajo una gran piedra. Cuando uno de los cerdos mueve o alza esta piedra con sus potentes hocicos e ingénuo a lo que se le aproxima, la compuerta de la trampa cae dejándole preso. Comentar para finalizar, que la carne de estos cerdos híbridos en la actualidad se está desechando porque aún existe en estos individuos la peste porcina, aunque decir que no es transmisible al jabalí y que su carne podría ser consumida bajo control veterinario desechando los animales que tuviesen la enfermedad. Sin embargo esto no se está haciendo y todo cerdo que es atrapado es eliminado sin aprovechar su carne.

Como siempre, gracias por vuestra visita.

 Jabalí hembra fotografiado en Donaña

 Huella de jabalí

 Baña donde se revuelcan.

Pelos de jabalí en una alambrada, es frecuente encontrarlos. 

Jaula colocada en Los Alcornocales para atrapar híbridos de jabalí y cerdo ibérico.


miércoles, 13 de mayo de 2015

La Gineta (vistas craneales)

Ya en más de una ocasión nos hemos referido a la gineta (Genetta genetta), impresionante mamífero perteneciente a la familia de los viverridos, de exhuberante pelaje gris adornado de un moteado negro y una larga cola anillada que la caracteriza. Sus ojos brillan en la nocturnidad como espejos la más tenue luz. Se desenvuelve con sigilo en las cerradas noches orientando sus adaptados pabellones auditivos capaces de detectar cualquier insignificante sonido.


Hoy muestro su cráneo. Sin profundizar mucho en detalles técnicos y medidas exacta, simplemente pretendo dar una idea de como es su morfología y algunas dimensiones.

Si nos fijamos en la cabeza de una gineta rápidamente nos podremos dar cuenta de lo estrecha que resulta y de su afinado hocico. Esto es quizás una adaptación para acceder a pequeños escondrijos de los micromamíferos que componen su dieta. Me viene a la cabeza esa mítica escena de uno de los programas de Félix, donde una pareja de ginetas pretendían acceder al cubil de unos lirones caretos...

Las preciosas ginetas poseen unos afilados dientes que seccionan las presas como cuchillos. Sus finos colmillos llevan rápidamente a la muerte a sus capturas, y es que es la gineta es una magnífica cazadora que trepadora de árboles y roquedos sin la menor dificultad.

Os dejo a continuación una serie de fotos donde podréis observar lo comentado. Como siempre espero que sean de interés, y que os ayuden a identificar su cráneo si en alguna ocasión os encontráis con uno. 













 Y como siempre, gracias por vuestra visita.


viernes, 27 de marzo de 2015

La comadreja (Mustela nivalis)


Es quizás este carnívoro uno de mis más admirados. Y digo admirados por lo vulnerables que aparentan ser atendiendo a su tamaño, pero curiosamente muy contrario a lo que resultan, un pequeño mustélido vivaracho lleno de agilidad y valentía. Este animalito que resulta ser el más pequeño de los carnívoros ibéricos, es capaz de enfrentarse a presas que le triplican en tamaño, claro ejemplo de que más vale maña que fuerza. Tiene un método infalible, que consiste en clavar perspicazmente sus finos colmillos en la nuca de sus presas, dejando a estas indefensas y llevándoles a  la muerte rápidamente. Su diminuta dimensión y ligereza le dotan la capacidad de enfrentarse a ratas, conejos incluso a aves de corral como gallinas y patos de gran tamaño, y alimentarse de su sangre.  Muestro unas imágenes de su cráneo, donde se aprecian sus colmillos finos como agujas, y el reducido tamaño de su cráneo:







Y para aclarar un poco a aquel que no esté muy puesto en nuestros carnívoros ibéricos, comentar que la comadreja no es una rata, personaje con el que a veces es confundido, ni tan si quiera pertenece a su mismo orden que sería en el caso de la rata al de los roedores. La comadreja pertenece al orden de los carnívoros y dentro de este a la familia de los mustélidos, o sea, la misma familia a la que pertenecen la garduña o el tejón. En el norte peninsular también cohabita con su primo hemano el armiño (Mustela erminea), algo parecido pero de mayor corpulencia y pelaje que se torna al blanco en invierno. La comadreja mantiene el mismo pelaje todo el año, consistente este en capa que va del marrón al grisáceo y zona ventral blanca o cremosa.

Sus excrementos son muy pequeños, alargados y delgados, normalmente algo retorcidos, como se puede apreciar en la imágen.


Y sus huellas son muy muy pequeñas también, confundibles perfectamente con las de rata, salvo algunas diferencias. Es característico su desplazamiento a saltos, muy apreciable cuando encontramos un rastro completo. En cuanto a su forma podríamos decir que es parecida a la huella de una garduña pero en miniatura.

 

Estos son algunos datos de la pequeña comadreja, en otra ocasión profundizaremos algo más, en su vida, su comportamiento, sus indicios... Espero que os haya resultado interesante, y como siempre, gracias por vuestra visita.