viernes, 26 de enero de 2018

Duro invierno

El duro invierno se cobra muchas vidas en el sistema central, corzos, ciervos y ganado vacuno desvanecen frente a las inclemencias de los temporales. Innumerables cuerpos yacen en la nieve manifestando la crudeza de esta tesitura. Pero todo no es malo ante lo infernal, este cementerio de carroñas servirá de sustento a infinidad de especies presentes en los páramos durante una buena temporada. Curiosa paradoja, lo que para unos resulta el final de la vida, para otros significa el soporte para un año más de existencia.

Abajo, en las dos primera imágenes, ganado vacuno recién fallecido. Solo han llegado a carroñear el hocico puede por zorros, las vísceras aún estaban intactas posiblemente los lobos aún no habían llegado. En la última imagen restos de una carroña de un ternero, todo apunta a que los lobos ya estuvieron aquí.




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