Hoy vamos a tratar una de las especies dentro de los carnívoros ibéricos quizás más desconocidas. Si en los félidos, el gato montés o el lince resultan verdaderos fantasmas, en el grupo de los mustélidos el fantasma se trataría del turón (Mustela putorius). Son muchos los aspectos que se desconocen de este mustélido, entre ellos su distribución, ya que es una especie difícil de detectar y en muchos casos puede pasar totalmente desapercibida. Sus indicios son difíciles de encontrar y la observación directa es casi imposible. Tal es así que en muchas zonas de la península se desconoce su estado y ni si quiera se tiene constancia de su presencia, por lo tanto al haber tanto desconocimiento de una especie difícilmente se podrá gestionar y tomar medidas para su protección si es que así lo requiere.
En la revista Quercus de este mes de mayo tratan en uno de sus artículos el grave estado en el que se encuentra el turón en Cataluña, donde al perece ser ha casi desaparecido. Lo mismo podría estar sucediendo en muchas zonas de la península de forma silenciosa y sin que nadie se percatase de esta situación. Por lo tanto es una especie a la que hay de que dedicar más esfuerzos, necesitamos saber más de ella, de sus hábitats y de su comportamiento, para de esta forma poder afrontar las amenazas que lo podrían estar diezmando en algunos puntos de la península.
Se dice que en el sur peninsular el turón es más escaso. Esto por supuesto habría que analizarlo bien y puede que no sea tal así en todo el sur peninsular, y haya zonas con mayor presencia que en otras, incluso dentro de una misma provincia la distribución podría ser algo irregular, habiendo áreas donde existen poblaciones bien conservadas y estando en otras zonas de la misma ausente. También a veces al turón lo asociamos a hábitats bien conservados y aislados, pero puede estar presente en enclaves bastante humanizados y muy cercanos a estas poblaciones, solo requiere su medio y su alimento.
Voy a publicar aquí algunos de sus rastros, todos estos indicios fueron encontrados en el parque natural los Alcornocales (Cádiz), donde la especie aunque con bastante dificultad de detección, está presente y podría decir que aparentemente bien conservada.
La identificación de la huella del turón es bastante peliaguda y puede ser confundida con varias especies. Puede ser confundida con otros mustélidos como la garduña, o el visón donde los haya, puede ser confundida también con una huella de erizo, incluso puede ser confundida con las huellas de un lagomorfo. Se trata de una huella que si no se marca con todas sus características puede dar muchos quebraderos de cabeza. Abajo muestro algunos rastros encontrados en su mayoría en márgenes de ríos o pantanos, hábitat idóneo, ya que es una especie asociada a las zonas húmedas aunque sin ser estas imperativamente su medio de vida, ya que a veces un simple arroyo puede abastecer su supervivencia.
A continuación muestro uno de sus excrementos, este puede ser muy parecido al de garduña, aunque algo más pequeño y retorcido y puede terminar en un pincel en función de lo ingerido. Puede componer pelo de alguna de sus presas como roedores o conejos, y el olor podría hacerlo diferenciar de este otro mustélido. No es un indicio fácil de encontrar ya que no marca su territorio con tanto afán como otros mustélido.
Bien, por ahora nos detendremos en estos indicios, próximamente publicaré otra entrada donde mostraré su cráneo y algunas de sus características. Espero que estos datos hayan resultado interesantes y que contribuyan al conocimiento de esta especie y su estado, y de esta forma evitar o afrontar sus amenazas.
Como siempre, gracias por vuestra visita.
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