martes, 9 de febrero de 2016

"La" o "el" fisgón (respuesta)

 
 
 
Retrato de garduña (Martes foina)
 
Con esta imagen doy la respuesta a la entrada anterior, que algunos habéis comentado a través de las redes sociales. Os muestro al intruso, o la intrusa, la preciosa, e intrépida garduña. Pocos carnívoros se hubiesen atrevido a adentrarse en una vivienda habitada por humanos, sin embargo la garduña es un mustélido que convive en muchas ocasiones donde el hombre está presente, y no duda en trastear por las zonas que este frecuenta. La garduña puede buscar escondrijos en graneros, leñeros, y en ocasiones se acerca a los gallineros. Es quizás tan descarada como el zorro, y a veces demasiado confiada.
 
Las marcas que dejó en el mobiliario la delataron. Fue aquel momento en el que nadie se encontraba en casa cuando una ventana abierta le despertó esa curiosidad nata, y chasss!, se adentró de un cauteloso salto por ella para curiosear y olisquear en su interior. Por las marcas que dejó debió ser breve el tiempo el que estuvo, y tras fisgonear un poco se marchó tal como entró, de un salto huidizo por la ventana abierta de par en par.
 
Cuando encontré las marcas lo primero que pensé fue, ¡ya está, un gato se ha colao a husmear....!, pero cuando empecé a fijarme en la forma de las huellas dejó de cuadrarme esa idea, aun siendo esta la más probable. Las marcas que había dejado tenían uñas muy patentes, un gato sobre un firme como este no las dejaría marcadas. Su forma era algo estrechas, esto se apreciaba en las traseras, y la posición de las marcas digitales no correspondían, incluso en algunas advertía un quinto dedo. Entonces centré la atención en la almohadilla principal, ya que esta es crucial para diferenciar al mustélido, y efectivamente, los lóbulos externos coincidían perfectamente con las de la amiga garduña, que describen perfectamente una media luna muy patente.
 

A la derecha, huella de garduña donde se aprecia su almohadilla plantar en forma de luna

 
 Huellas de garduña superpuestas (orilla de un arroyo)

Ya en alguna ocasión se la había visto por allí, e incluso en un leñero que se encuentra adherido a la vivienda encontré hace tiempo su letrina. Así que me resultó super emocionante saber, que la garduña vecina, había estado trasteando por allí...
 
 
Letrina de garduña situada en un leñero
 
Bueno, espero que esta historia os haya resultado interesante, a mi desde luego me lo resultó. Y ya sabéis, si vivís en el campo rodeado de dehesas, ojo a las ventanas, que siempre podéis recibir algún que otro, peludo visitante...
 
 
Como siempre, Gracias por vuestra visita!

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