No puedo dejar pasar el mes de julio sin hablar nuevamente de nuestro pequeño corzo. Nos encontramos en pleno celo del corzo andaluz, llamado comúnmente como la "ladra del corzo". En la bibliografía suele aparecer que el celo del pequeño cérvido comienza a mediados de julio, pero este dato puede que sea referido a la población más norteña de la península, ya que en las poblaciones del sur parece sucede algo más temprana y a finales de junio ya se pueden ver disputando sus territorios o emparejados. Hago como recordatorio nuevamente, que la población de corzos que se distribuye en el sur de Andalucía, concretamente en las sierras de Cádiz y Málaga, es una población diferenciada, ya que posee rasgos y comportamientos diferentes al de los corzos del centro y norte. A esta variedad que se encuentra en el sur se le denomina corzo morisco o corzo andaluz, y debido al aislamiento por su situación geográfica y la climatología adquirió unas características diferentes, como su tamaño algo más pequeño, ausencia de babero y una conducta más territorial, lo que se traduce a densidades más bajas.
A finales de junio hemos tenido la suerte de tener un encuentro con estos duendecillos y poder hacer una pequeña grabación de los sonidos que emitían, algo diferentes a los que suelo escuchar. Se trataba de una pareja. Mientras el macho se alejaba, la hembra quedaba inmóvil entre el matorral con su mirada fija hacia donde nos encontrábamos. En el vídeo que muestro aunque los corzos no se ven, si se aprecian dos sonidos, principalmente el de la hembra. Este sonido de alarma que emite la hembra es algo diferente al típico ladrido, y creo que puede ser lo que los cazadores llaman "grito de miedo". Según dicen lo emiten las hembras en situaciones de amenaza y también parecer ser para incitar a los machos al combate. De todas formas tendré que investigar más sobre ello, ya que me pareció un simple sonido de alarma con el que la hembra daba el aviso. En la última secuencia podremos escuchar un ladrido normal del corzo macho (no confundir con los ladridos de un perro que se escucha en la lejanía en la segunda secuencia).
Por último comentar que el celo del corzo es algo diferente al de ciervo. Los corzos machos no forman harenes ni reúnen a un grupo de hembras, y normalmente se enfrentan a otro macho cuando este es un intruso en su territorio y en el que seguramente ya cubre a una hembra. También destacar la peculiar gestación una vez que la hembra de corzo es fecundada, ya que presenta "diapausa embrionaria". Este desarrollo embrionario sufre un proceso de paralización a los pocos días de su comienzo, para no volverá a continuar con el desarrollo hasta los cinco meses siguientes. La finalidad principal es que los nacimientos de los corcinos se den en las épocas más fructíferas y menos duras del año.
Dejo a continuación el vídeo que he comentado:
Interesante grabación. A mi me recuerdan muy poco a los ladridos que suelo escuchar habitualmente. Un Saludo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Masanmar. Efectivamente, es un sonido poco habitual, lo emiten las hembras parece ser en situaciones de alarma.
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