lunes, 31 de enero de 2022

La gran liebre ibérica (Lepus granatensis)

Como ya contado en otras ocasiones, las huellas de liebre pueden ser confundibles perfectamente con las huellas de cánido por su tamaño y forma, y sobre todo si el barro te juega una mala pasada, que sucede muchas veces... La liebres ibéricas alcanzan grandes dimensiones y robustez, y sus impresiones pueden llegar a superar incluso a las huellas de un raposo. 

Igualmente que sucede con el otro lagomorfo, el conejo, tienen una falsa almohadilla plantar formada por pelo y que pueden hacer parecer que existe una verdadera almohadilla como en los carnívoros. Sin embargo, sus impresiones digitales tienen forma lagrimosa y algo más pequeñas que las de los cánidos. Sus uñas a veces se marcan de forma muy patente, sobre todo en el barro blando, que las pueden hacer acentuar y prolongar más.

Espero que tengáis oportunidad de observarlas en el campo, porque es un animal realmente precioso, y cuando están erguidas, sus dimensiones y grandes orejas la hacen poder observarlas en todo su esplendor...



 

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