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domingo, 9 de enero de 2022

Nutria & zorro

Ya hemos hablado de la "manía" del zorro de marcarlo todo, especialmente si tiene olor, como diciendo, aquí estoy yo..., bueno, a saber que dicen...😀 En la imagen podemos ver una zona de marcaje de la nutria, en su excremento observamos grandes escamas de carpa, abundante en los embalses, como este. A su vez., el zorro marcó un par de veces sobre el olor de la nutria, puede el mismo, o puede que fuese otro individuo también...

 

sábado, 4 de diciembre de 2021

Arañazos de raposo sobre roca...

Me encannta encontrar cosas bonitas e interesantes en el campo... Esta vez pudimos observar a través del rastros, como el raposo trepó por una gran roca prácticamente vertical, gracias a las marcas de arañazos que dejó en ella.  

El grosor de la uña y espaciado entre líneas, un pequeño derrape al apoyarse y tomar impulso, nos hizo deducir de quién se trataba, e imaginar como el animal consiguió superar la altura a pesar de su verticalidad. Y es que el zorro aunque no lo parezca, es capaz de trepar más de lo que nos podamos imaginar, la astucia sirve para algo...



 

lunes, 16 de diciembre de 2019

Collage nº1. Zorro, perro, rata y perdíz.

Me encanntan estos Collage de rastros en los que se puede leer tanta información... A partir de ahora  intentaré dedicar algunas entradas del blog a estas composiciones tan bonitas. irán  acompañadas del título: "Collage, número al que corresponde la entrada de esta sección, y seguido de las especies que lo protagonizan.

Por cierto, aquí tenemos una buena comparativa entre perro y zorro... la agudeza de las uñas del zorro lo está diciendo todo..., algo similar sucede entre el perro y el lobo...



miércoles, 6 de noviembre de 2019

La cautela del zorro...

Puede que parezca que el zorro es una de las especies que se muestra más confiada ante los peligros, debido a su astucia y perspicacia. Pero hay casos en los que actúa con cierta cautela y huye a la más mínima... En este vídeo podremos ver como un simple "click" de la cámara de fototrampeo, prácticamente insonoro para nuestros oídos, aunque no para la agudeza de oído del zorro, le hace desconfiar y dar media vuelta... Para, se lo piensa..., y al final, desaparece... Así que mejor!, como estrategia de supervivencia en este territorio hostil...

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Tiempo de sabinas

Tiempo de sabinas (Juniperus turbinata). Por estas fechas los zorros aprovechan este recurso alimenticio hasta tal punto que no es difícil encontrar heces completamente repletas de sus frutos en aquellos lugares donde esta especie es abundante. En sus excrementos podemos observar como se ha digerido la parte carnosa del fruto, mientras que la piel y hueso o semilla del interior quedan intactos, o semi intactos. 

La germinación de gran parte de los frutos silvestres en el medio natural se ven favorecidos por la ingesta y paso por el tracto digestivo de mamíferos o aves, donde son sometidos a procesos químicos que la inducen y que fuera de este nunca se darán. En algunos casos es indispensable que sufran este proceso. 

En viveros forestales se desarrollan técnicas que los imitan, con el objeto de poder germinar y hacer crecer especies forestales para futuras repoblaciones. Pero, ¿qué mejor repoblador que nuestros mamíferos frugívoros y aves?, en la que especies vegetales y animales dispersores se ven beneficiados a la vez.

Sabina marítima (Juniperus turbinata)


Excrementos de zorro (Vulpes vulpes) con frutos de sabina (Juniperus turbinata)

sábado, 15 de diciembre de 2018

Los tímidos

Pues nada, que parece se pusieron de acuerdo para asomar solo sus cabecitas... :)




sábado, 1 de diciembre de 2018

El cagador artista. Zorro (Vulpes vulpes)

Si existe un verdadero artista en cagar ese es el zorro. Elige cualquier elemento que se eleve un poquito para dejar ahí su hito oloroso. He llegado a ver cagadas de zorro sobre cualquier cosa, sobre plásticos, sobre un paquete de tabaco, sobre ropas..., pero prefiero elegir un elemento natural para mostrarlo, este precioso hormiguero, como la guinda de un pastel. :)



jueves, 22 de noviembre de 2018

Pelos y alambradas

Uno de los indicios de presencia de fauna silvestre que a veces suele pasar algo desapercibido, son los pelos. Las alambradas y mallas que cercan nuestros montes obligan a los animales a pasar por debajo de ellas, saltarlas o intentar atravesarlas. Aparte de entrañar un peligro en la que éstos pueden quedar atrapados, cuando son traspasadas con éxito, es muy probable que sus pelos queden enganchados en sus alambres. Pelos del lomo normalmente si la han atravesado por debajo, o pelos del vientre en el caso de saltarlas. 

Una forma de localizar estos indicios es buscar las llamadas gateras, es decir, huecos abiertos por debajo de la alambrada y en los que se detecta paso de animales. Este paso se puede intuir ya que suelen formar pequeñas veredas del transcurrir constante de fauna. Y por cierto, de camino haremos una buena labor de vigilancia, pues es en estos pasos precisamente donde son colocados los indeseables y dañinos lazos... ;)


Cerdas de jabalí (Sus scrofa)

Pelo de zorro (Vulpes vulpes)

Pelo de gamo (Dama dama)

sábado, 3 de noviembre de 2018

León y Montaña Palentina

Durante unos días inmersos en primer lugar en el Valle de Lacina y Alto Sil, y en segundo, cobijados en territorios de la Montaña Palentina, pudimos colocar la cámara en alguna ocasión. Al encontrar numerosos rastros de oso pardo y de lobo ibérico, probamos suerte un par de noches en estos enclaves con la cámara de fototrampeo. Debido a la brevedad de tiempo no conseguimos este objetivo pero el intento nos deparó alguna que otra sorpresa. En la primera parte en León, un turón protagonizó una de las escenas, hace un alto en el camino para olisquear y macar el atrayente oloroso. El resto, algún buen ejemplar de jabalí, zorro, y algún que otro susto de atrevimiento... (la cámara salió intacta). Acompañan a las imágenes finales las notas armónicas de la berrea del ciervo.

Volveremos a estos hermosos y agrestes parajes.






martes, 19 de junio de 2018

Zorrillo sin pelo

Debe ser el joven zorrito que captamos no muy lejos y que formaba parte de la camada mostrada en un anterior vídeo. Me alegro verlo de nuevo y saber  que la sarna, aparte de haberle dejado sin ningún pelo, no le está causando males mayores. Suerte pequeñajo!


viernes, 25 de mayo de 2018

Seguimos con el fototrampeo. Camada de zorritos

Tras un tiempo sin colocar la cámara trampa por circunstancias diversas, entre ellas la cantidad de esparragueros en el campo..., volvemos al lío. Vamos a intentar fototrampear próximamente en la misma zona donde conseguimos captar a nuestro lince ibérico el año pasado por videotrampeo de la población existente, aunque siempre negada, aquí en la provincia de Cádiz. Aunque debemos ser muy cautos porque puede peligrar, es la misma razón que nos hace mantener este asunto sin demasiada publicidad. Mientras, tanteamos zonas nuevas aledañas a ver si terminamos de pillar correctamente también al gato montés.

Esta vez probamos con una camarita en esta zona de montés, y raro fue que ni una gineta salió. Si embargo sorprendimos a una camada de zorritos, o dos, pues puede sean diferentes, en sus zonas de trasteo... Dos de ellos parecen estar algo despeluchados seguramente por la sarna, aunque a pesar de ello no se les ve mal. Les desearemos mucha suerte a estos pequeñajillos traviesos.


Camada de zorritos from Esmeralda Ramos on Vimeo.

martes, 9 de mayo de 2017

Territorio zorro

Los excrementos de los carnívoros nos pueden llegar a contar muchas cosas, aunque esa información no llega ni al 1% de la información que ellos comunican o pueden interpretar. Estos rastros forman un lenguaje particular de cada especie que interacciona con el resto de las especies que habitan o están de paso. Identidad del individuo y estado, territorialidad, límites y áreas, niveles hormonales y más procesos químicos del individuo que los deposita..., es una pequeña parte de la información que podemos sonsacar de este tipo de rastros y por supuesto si incorporamos el análisis químico. Pero existe infinidad de información que se nos escapa y que no podremos detectar ni aún con el mejor de los análisis, información que solo ellos son capaces de reconocer y descifrar.

Este precioso excremento de zorro depositado sobre una piedra nos indicaba que seguramente se trataba de un zorro macho, y que posiblemente marcaba los límites o parte de su territorio. Y por su gran tamaño podemos deducir que se trataba de un individuo de grandes dimensiones. Estaba compuesto por pelo de conejo, una alegría por cierto ver tantas letrinas en estos territorios de la serranía de Grazalema, donde no deja de haber avistamientos del gato rabón.

Poco más podríamos deducir a simple vista de la interesante información que indican este tipo de señales, todo un mundo desconocido y a cual más intrigante.


martes, 14 de marzo de 2017

En primera línea de playa. Rastros e indicios.

No, no voy hablar de apartamentos en primera línea de playa, fruto de la especulación urbanística que tanto daño ha hecho al litoral español entre la década de los sesenta hasta la actualidad. Voy hablar de otros individuos que viven en la zona marítimo terrestre de nuestras costas y que precisamente ni especulan ni destrozan el entorno, todo lo contrario, forman parte de un ecosistema en el que coexisten estos y el medio dando lugar a un hábitat de gran riqueza.

Nos centramos en un territorio que consiste en pinares costeros limítrofes con áreas de playa y la zona intermareal. Cuando hablamos de playa es común que la asociemos a especies marinas, como peces, algas y miles de invertebrados marinos que viven en la zona que temporalmente queda inundada por las mareas. Pero cuando nos situamos en litorales que aún no han sido víctimas de la especulación urbanística, y esperemos que no llegue nunca, y que además van acompañados de pinares bien conservados, aparte de las especies marinas encontramos también otras especies asociadas a medios terrestres y que le dan aún más riqueza si cabe.

Ello nos lo demuestran los numerosos indicios de fauna carnívora que encontramos al caminar por estos interesantes enclaves. En un sosegado paseo parándonos y observando, dimos con una serie de rastros curiosos de esta fauna y que resultan interesantes de interpretar, los comento a continuación. 

Ya adentrados en la zona de pinar encontramos esta escarbadura donde un detalle nos desveló directamente a su autor, justo delante de ella se había quedado impresa la huella de un zorro. Por el tamaño de la escarbadura posiblemente el zorro quiso desenterrar algún invertebrado que seguramente llegaría a formar parte de su dieta.

Escarbadura de zorro (Vulpes vulpes) donde ha dejado impresa una huella.

A través de los excrementos podemos averiguar la alimentación que tiene una especie concreta en un momento determinado. Este excremento también de zorro estaba compuesto exclusivamente por frutos de enebro, los enebros estaban cargados de ellos, de hecho este excremento estaba justo debajo de uno. Se ve que en esta fechas en esta zona de la costa los enebros deben cobrar gran importancia en la dieta del zorro, aunque por los restos parece no lo aprovechan demasiado en el proceso digestivo.

Excremento de zorro con restos de frutos de enebro.

Otra escarbadura de zorro nos revelaba otra versión. En este caso una galería había sido desmantelada con tenacidad, lo cual daba a entender que esta vez el raposo debió estar buscando algún micromamífero que vivía en su interior y que seguramente habría detectado gracias a su afinado olfato.

                           
Escarbadura de zorro donde se observa la galería de un micromamífero.

Otra grata sorpresa fue saber que el tejón también campeaba por esta mismísima línea de playa. Encontramos un precioso rastro que seguimos y que nos llevó a sus posibles escarbaduras, algo diferente a las de zorro y conejo ya que es algo más vertical.


Huellas de tejón (Meles meles).

 Posible escarbadura de tejón.

No faltaban los indicios de conejos que también abunda en estos densos pinares. Letrinas, escarbaduras y huellas nos lo mostraban durante el camino.


Letrina y huellas de conejo (Oryctolagus cuniculus).

Ya dentro del área de playa, numerosas huellas de zorro nos dan a entender que son asiduos de esta zona y parece que forma parte de sus campeos rutinarios.





Otro indico de su presencia en la zona de playa, fue este enorme excremento que seguramente actuaba como baliza territorial y que estaba compuesto en gran parte por élitros de coleópteros, una presa fácil y abundante en los sustratos arenosos del pinar.

Excremento de zorro compuesto mayoritariamente de élitros de coleópteros.

Pero sin lugar a dudas la gran alegría fue encontrar lo que buscábamos. También la nutria vive en primera línea de playa. Pero mejor dejemos este emocionante capítulo para otro momento...

Huellas de nutria (Lutra lutra).


 Como siempre, gracias por vuestra visita.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Cráneos de Tejón (Meles meles) y Zorro rojo (Vulpes vulpes). Comparativa.


Ya en la anterior entrada, y en otras ocasiones, estuvimos hablado sobre el tejón (Meles meles), mostrando algunas imágenes obtenidas mediante técnica de fototrampeo y algunos de sus indicios. También hicimos referencia a su morfología centrándonos principalmente en las extremidades anteriores, dotadas de grandes zarpas excavadoras y que usan como una versátil herramienta. En la siguiente publicación continuaremos hablando de este mustélido pero esta vez centrándonos en su cráneo y mandíbulas, de esta forma entenderemos mejor la vida y hábitos de este precioso carnívoro.

Aparte, también mostraremos el cráneo y mandíbulas del zorro (Vulpes vulpes), esto nos servirá como comparativa anatómica de otro carnívoro de diferente familia, y como ello se traduce a una vida también algo diferente.


Tejón (Meles meles)

Zorro rojo (Vulpes vulpes)

Primero observemos diversas perspectivas del cráneo de un tejón. 






Diferentes perspectivas del cráneo de un Tejón

Como se aprecia el tejón tiene un cráneo con forma triangular y de apariencia bastante robusta. También se aprecian fuertes mandíbulas con una dentadura aprovisionada de fornidos incisivos y caninos, y considerables molares. La forma de su cráneo y robustez, se debe sobre todo a que el tejón es un animal excavador y requiere de una estructura adaptada y una fuerza superior para profundizar las galerías de sus tejoneras. También podemos apreciar como posee una prominente cresta sagital, llámese como tal al saliente longitudinal en la parte superior del cráneo y que nos podría recordar a la "quilla" de un barco, pero en otra posición. En ella van insertados los músculos temporales que junto a la mandíbula, ejercen la presión que requieren para partir las raíces que encuentran a su paso cuando profundizan las galerías.

El hueco del globo ocular del tejón no es muy amplio, lo cual nos indica que tiene unos ojos pequeños. Característica que comparte todo animal excavador, ya que en el interior de los túneles tendrían poca funcionalidad y de esta forma evitan que la tierra sea un estorbo en su visión. Para ello también externamente están provistos de vibrisas oculares y que hacen la función de proteger de la arena.

Como ya hemos comentado el tejón tiene fuertes mandíbulas donde se insertan potentes molares trituradores propios de los herbívoros. Pero también tiene muelas carniceras propias de carnívoros y carroñeros, lo cual nos sugiere la dieta omnívora y amplia de este mustélido. Invertebrados, frutos, raíces, reptiles, gazapos, micromamíferos..., son algunos de los alimentos que incluyen en su variado menú, dependiendo el porcentaje que incorporan de su disponibilidad. En el morro del tejón encaja un hocico ancho que usa para hozar la tierra cuando busca alimento, y que aparte le posibilita de un afinado olfato, muy nesario para su detección.

Ahora pasemos a ver el cráneo de otro carnívoro pero perteneciente a otra familia, la de los cánidos, se trata del zorro rojo (Vulpes vulpes).






Diferentes perspectivas del cráneo del zorro


Si comparamos su estructura craneal y mandíbulas con la del tejón podremos apreciar características que nos sugieren una vida y hábitos distintos. El zorro a diferencia del tejón, presenta un hocico puntiagudo y estrecho, sus mandíbulas guardan cierta semejanza a unas potentes pinzas y dentición es la propia de carnívoros y carroñeros.

Es cierto que el zorro también habita en las conocidas zorreras y excava también sus túneles, pero ese uso lo restringen sobre todo a la época de cría, y en muchas ocasiones ocupan oquedades naturales en roquedos o tejoneras ya en desuso, incluso agrandan y acondicionan viejas uras de conejos. Podríamos decir pues que no tienen la necesidad de excavar como el tejón, que habita la mayor parte del tiempo en estos túneles y habitáculos que el mismo prepara, por lo que su cráneo no se encuentra especialmente adaptado a ello.

Sin embargo si que está adaptado a la captura de presas, ya que accede a las pequeñas cavidades donde habitan roedores y conejos. Su delgado y alargado hocico es el instrumento perfecto para ello, y también porque no, para evitar llevarse algún que otro mordisco...

La dentición del zorro está provista de desarrollados caninos y de muelas carniceras cortantes y afiladas, ideales para dar muerte y desgarrar presas como los ya comentados gazapos, roedores, aves, y también carroña, aunque no es un carnívoro estricto y también incorpora a su dieta gran variedad de frutos silvestres. Cuando observamos los cañones de las plumas de un ave apresado por un zorro, podremos observar perfectamente como algunos tienen cortes limpios y perfectos.

Y por último si comparamos el hueco del globo ocular con el del tejón no daremos cuenta de su mayor tamaño, ello se traduce a que tiene unos ojos más grandes, que unido a sus grandes pupilas verticales le confieren la capacidad perfecta para moverse con soltura en la oscuridad de la noche.

Espero que os hay resultado interesante esta comparativa y como siempre, gracias por vuestra visita.

miércoles, 12 de marzo de 2014

El monte, se mueve...

Y es que cuando sales al campo con ansias de ver fauna, lo primero que hay que hacer es detenerse y observar. 

Tras el comienzo de una placentera jornada, caminábamos por los caminos y veredas atravesando monte. La primavera ya manifiesta signos de presencia, las aves se muestran alborotadas y muchas plantas comienzan su floración. Siendo un día soleado y de día, lo que menos esperábamos era la observación de carnívoros, pero si nos llevamos una grata sorpresa cuando comenzamos a explorar al paso los caminos que íbamos recorriendo. 

Sin lugar a dudas por la noche el monte se mueve..., es lo que nos delataban las abundantes huellas que nos encontrábamos en nuestro caminar. Siempre es grato saber, que el monte sigue vivo y este grupo de fauna es abundante. En los márgenes de los caminos, donde la arena es más fina y aún permanece la humedad de las últimas lluvias, la garduña dejó sus signos de presencia. Cuatro, y a veces un quinto dedo impreso, algunas con marca de uñas y en otras con su almohadilla plantar en forma de luna bien perfilada. (Véase primera foto huella de la derecha, segunda foto grupo de huellas cruzando un camino).



Si la garduña estaba presente, no iba ser menos la preciosa gineta. Sus pequeñas huellas, parecidas a la del gato, pero generalmente de menor tamaño, con almohadilla plantar compacta y tribulación menos marcada, también nos delataban que cruzó transversalmente el camino. 



Y si por la noche el monte se mueve, se dan algunos casos en los que durante el día también. Como resulta con el mejor especialista del matorral, el meloncillo, el único carnívoro ibérico que muestra exclusivamente actividad diurna. Esta vez el terreno emblandecido nos mostraba los rastros de los escurridizos peregrinajes del meloncillo, siempre guiados por su más afinado olfato.


Pero no iba a ser menos tampoco el tejón, que en sus largos campeos nocturnos describe un sin fin de huellas a lo largo de una vereda. Puedes seguir sus rastros, y seguir, y seguir... durante un buen rato, pero eso sí, sin hacernos ilusiones pues nunca nos delatará donde se encuentra su más recóndita y escondida tejonera...



Tras las huellas de la garduña, las huella de la gineta, las huellas del meloncillo y del tejón, faltaba alguien que aún no nos había dejado impreso indicios de su presencia, aunque si con algún que otro excremento..., el raposo. El zorro, aunque no en abundancia esta vez, también nos mostró sus rastros.  Finas uñas y almohadillas digitales de forma triangular se marcaban en el limo más fino, donde la presencia de pelo también se dejaba ver...


Es una grata sorpresa salir al monte y saber, que hay vida, que el monte se mueve, que los carnívoros nos dejan sus rastros aunque muy recelosos y nunca se dejen ver. En esta ocasión cinco carnívoros nos alegraron el día, pero segura estoy..., que aunque alguno no se delató, si que andaba y campeaba por el lugar. Andaban observándonos desde el más enrevesado matorral, desde lo alto de un peñasco, desde el horizonte, encaramado en alguna rama o en el hueco de un árbol del alcornocal.


Espero os haya parecido interesante esta entrada después de un largo tiempo sin publicar en este blog de rastros y de fauna, se intentará que sean más abundantes... Y esperemos que esos cursos de control de depredadores que se están impartiendo por ahora, en Castilla-La Mancha, que supondrán una vez más una excusa y apoyo al exterminio de este grupo de los carnívoros ibéricos, tan necesarios, nos deje vivo unos cuantos en nuestro monte mediterráneo para que siga vivo, sobre todo esas especies ibéricas en grave peligro de extinguirse, como es el lince ibérico. Porque si falta una de ellas el monte se desequilibra, porque muchos cotos de caza deberían saber, que es el mismo monte quien se equilibra si lo dejamos y que es beneficioso para todos, sin necesidad de exterminar especies y sobre todo, para que unos pocos se regocijen en el arte de matar.

Como siempre, gracias por vuestra visita.