domingo, 30 de diciembre de 2018

Restos de haber comido. Cárabo común (Strix aluco)

Los restos de alimentación también son indicios que nos pueden ayudar a identificar a la fauna que está presente sin ser vista. Un desplumadero, una avellana o almendra roída, un tronco agujereado, una carroña..., y cientos de casos más. 

Estos restos de presas descabezados me tenían intrigada, pero sí, tengo la certeza de que fue el. Mi amigo el cárabo común (Strix aluco) dio caza a esta rata negra (Rattus rattus), y este zorzal común (Turdus philomelos) seccionándoles la cabeza. También es propio del gran búho real realizar esta operación pero con presas de mayor tamaño, como conejos o liebres, a las que decapita o corta los cuartos traseros para llevárselos al nido, puede como ofrenda a la hembra o alimentar a los pollos.  Teniendo en cuenta este comportamiento en la más grande de las rapaces nocturnas, ¿por qué no producirse en otras rapaces también nocturnas menores, pero con presas proporcionales a su tamaño?



sábado, 29 de diciembre de 2018

Siempre bienvenida

Ponerte a revisar tarjetas de cámaras de fototrampeo, y ver que aparece una de estas donde no te esperaba, siempre te levanta la moral. Mejor así que como la puse el otro día ;)

Nutria fototrampeada en la sierra de Cádiz

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Tiempo de sabinas

Tiempo de sabinas (Juniperus turbinata). Por estas fechas los zorros aprovechan este recurso alimenticio hasta tal punto que no es difícil encontrar heces completamente repletas de sus frutos en aquellos lugares donde esta especie es abundante. En sus excrementos podemos observar como se ha digerido la parte carnosa del fruto, mientras que la piel y hueso o semilla del interior quedan intactos, o semi intactos. 

La germinación de gran parte de los frutos silvestres en el medio natural se ven favorecidos por la ingesta y paso por el tracto digestivo de mamíferos o aves, donde son sometidos a procesos químicos que la inducen y que fuera de este nunca se darán. En algunos casos es indispensable que sufran este proceso. 

En viveros forestales se desarrollan técnicas que los imitan, con el objeto de poder germinar y hacer crecer especies forestales para futuras repoblaciones. Pero, ¿qué mejor repoblador que nuestros mamíferos frugívoros y aves?, en la que especies vegetales y animales dispersores se ven beneficiados a la vez.

Sabina marítima (Juniperus turbinata)


Excrementos de zorro (Vulpes vulpes) con frutos de sabina (Juniperus turbinata)

martes, 18 de diciembre de 2018

El erizo manzanero

Recuerdo que de pequeña mi tío Pepe me decía; 

- ¿a que no sabes por qué al erizo se le llama erizo manzanero?-, yo embobada respondía que no y expectante le escuchaba, el entonces me respondía;

-porque cuando van a los huertos se revuelcan sobre las manzanas y las pinchan en sus púas para llevárselas! jaja-. 

Y yo, que no sabía si dar crédito a lo que me contaba me reía también, aunque en realidad no sabía si creérmelo, o pensar que era una de sus bromillas ya que siempre fue un poco guasón, como decimos aquí. He de confesar que pasé mucho tiempo dándole vueltas y ya me imaginaba al erizo con todas sus púas cargadas de manzanitas... :)

Abajo. Un erizo marcha al paso por una marisma gaditana dejando un largo y precioso rastro. En sus huellas podemos apreciar como sus dedos son algo más gruesos que los de las ratas, con quienes se puede confundir. Otra forma de diferenciarlo del roedor es el número de dedos, ya que el erizo posee cinco dedos en pies y manos, mientras que la rata tiene cinco dedos en los pies y solamente cuatro dedos en las manos. Un último detalle podrían ser las robustas uñas que el pequeño erizo nos deja marcadas, contrarias a las de la rata, que suelen ser más finas.



Huellas de erizo común (Erinaceus europaeus)

sábado, 15 de diciembre de 2018

Los tímidos

Pues nada, que parece se pusieron de acuerdo para asomar solo sus cabecitas... :)




miércoles, 5 de diciembre de 2018

Rastros de rana común (Pelophylax perezi).


Hoy hablaré de un rastro muy curioso e interesante y con los que disfruto mucho siguiéndolos cuando los encuentro.

Coincidente con los rastros de un cangrejo de río que se describían en el margen de un arroyo, se encontraban impresas otras marcas que no correspondían con las del crustáceo. Lo que a primera vista y desde la distancia podía hacer pensar que en algún momento había arrastrado sus pinzas, la realidad fue otra. Al examinar detenidamente el entorno de los rastros, se podía observar como esas marcas se volvían a repetir fuera del trayecto que recorrió el cangrejo. 

(1)

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 (1) y (2). Rastro de cangrejo donde se encontraban otras marcas diferentes.

Los rastros describían un patrón, un mismo patrón. En algunos se apreciaban unas manitas junto a líneas y pequeñas perforaciones paralelos reunidos en un mismo punto, estas agrupaciones se repetían de forma continuada separadas siempre por la misma distancia. Quiero destacar con este escenario la importancia de explorar y observar con detenimiento a nuestro alrededor cuando encontramos un rastro o señal, no perdernos ni un detalle porque es ahí donde puede estar la respuesta. En esta ocasión nos encontrábamos ante los rastros que una rana había descrito al saltar sucesivamente.

 (3)

 (4)
(3) y (4). Grupos de huellas que describe una rana al saltar separadas por la misma distancia aprox.

Las ranas son anfibios anuros que como ya sabemos están adaptadas al medio acuático, y donde desarrollan parte del ciclo de su vida. Cuando son adultas, salen al exterior y algunos desplazamientos los realiza por tierra. Hay ranas arborícolas ibéricas  de la familia Hylidae, que suelen habitar entre la vegetación o subirse a ramas de arbustos y árboles. Pero aquí trataremos las especies pertenecientes a la familia  Ranidae, como la rana común (Pelophylax perezi). 

La manera más efectiva de desplazamiento de las ranas fuera del agua, por su forma y estructura, es a saltos. Por lo tanto su rastros describirán una serie de marcas agrupadas que se repiten sucesivamente a la misma distancia y que corresponde al aterrizaje de cada salto. En las imágenes (3) y (4) podemos apreciarlas rodeadas de un círculo.

Las ranas de la familia Ranidae poseen en sus manos cuatro dedos delgaditos, no muy largos y prácticamente de las misma longitud, sin discos adhesivos. Sus patas traseras tienen cinco dedos que se abren como un abanico y están unidos por una fina membrana interdigital, (ideal para impulsarse en el agua). Su rastro consiste en grupos de cuatro huellas como ya hemos comentado, a veces también puede señalar el contorno de la parte inferior de su cuerpo. Las huellas de las manos se sitúan en la zona central delantera, y sus dedos se dirigen hacia el interior. Las huellas de las patas traseras quedan paralelas a las manos en su borde externo, algo más retrasadas (esto depende del salto y el aterrizaje). Y sus dedos en forma de abanico plegado y algo curvos, también apuntan hacia el interior. El dedo cuarto es especialmente largo sobresaliendo del resto, el tercero y quinto tienen prácticamente la misma longitud, y los dedos uno y dos son de menor tamaño. Estas diferentes longitudes de dedos hacen que queden reflejados en el sustrato cuatro o cinco pequeños orificios que forman una línea y que corresponden a la punta de sus dedos, y que suelen ser muy visibles en algunos casos.

Abajo muestro dos dibujos, uno de sus extremidades (mano y pata trasera), y otro del grupo de huellas que describe en cada salto. He de incidir en que resulta muy difícil que se marquen todas estas características a la vez, y en la mayoría de casos debemos aplicar la intuición para situarlos. Además, los sustratos por donde se suelen desplazar las ranas son medios muy acuosos y que no permiten la impresión con definición de todos los detalles, pudiendo encontrar en ocasiones una simples líneas o hilera de agujeritos que marcan con su patas traseras.

 (a)(b)
(a). Dibujo de la pata trasera y mano de una rana común (Pelophylax perezi) .
(b). Dibujo del grupo de huellas que deja impresa la rana común en el sustrato al saltar. 

A continuación muestro algunos ejemplos donde hay situaciones en los que está más claro, mientras que en otros son buenos aliados la observación de la sucesión del rastro y aplicar un poco la intuición.

 (5)
(5). En este salto quedaron manifiestas las manos de la rana, sin embargo las patas traseras solamente se podían intuir.

    (6)   
(6). En este rastro únicamente se marcaron los dedos de las patas traseras.

 (7)
(7). Esta vez solo quedaron impresas dos líneas paralelas. La observación del rastro descrito de forma sucesiva ayudó a la identificación.

Bueno, espero que a partir de ahora mostremos especial atención a los márgenes de los arroyos y sepamos identificar estos rastros tan bonitos de encontrar.

sábado, 1 de diciembre de 2018

El cagador artista. Zorro (Vulpes vulpes)

Si existe un verdadero artista en cagar ese es el zorro. Elige cualquier elemento que se eleve un poquito para dejar ahí su hito oloroso. He llegado a ver cagadas de zorro sobre cualquier cosa, sobre plásticos, sobre un paquete de tabaco, sobre ropas..., pero prefiero elegir un elemento natural para mostrarlo, este precioso hormiguero, como la guinda de un pastel. :)