miércoles, 15 de junio de 2022

Orillas de embalses. Garduña-nutria.


Con el sol que ya arrecia y los vientos propios del verano los embalses empiezan a bajar, y van dejando una orilla muy apropiada para dejar escrita las andadas de aquellos que se acercan a beber o a trastear... Pero no todos son igual de atrevidos, y muchos temen el aventurarse a una planicie donde no hay vegetación ni rocas que les ampare ante la huida de un depredador.
Los ungulados suelen acercarse sin temor, quizás por la rapidez y velocidad que pueden alcanzar si la cosa se pone fea... Entre los carnívoros, el zorro es el más aventurado, y no duda en andurrear hasta al agua sea por donde sea, tampoco tiene reparo en embarrarse las patitas... El tejón, pese a lo desconfiado que es, a veces también parece perder el miedo ante una orilla desnuda... Quizás los felinos, haciendo honra a sus habilidades de pasar inadvertido, no es uno de los que se acerquen mucho, tampoco les va eso de manchar su patas de barro... La garduña a veces también campea por sus orillas, aunque creo no le gusta mucho tampoco si no hay roca y árboles a su alrededor por donde escapar...
La orilla de este embalse sin embargo, estaba encajonada, ya que se trataba de uno de esos ramales que en su día inundó los recodos del paisaje... Tenía monte cerca, y rocas, así que la garduña podía estar en su salsa y con algo de tranquilidad. Me encantó ver como se cruzaban con los rastros de la nutria, esta sí en su ambiente y con escape hacia el medio acuático.
Me gusta poner estas fotos de varias especies como comparativa, para comparar proporciones, forma, detalles..., muy recurridas para quien quiera adentrarse en este mundillo.
El calibre marca garduña adulta, abajo de esta nutria adulta también, ambos mustélidos pero con caracteres propios y muy diferentes.


 

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