Pasar una sola noche en uno de esos pueblos castizos castellanos, mirar brevemente un camino, ojo que estaba buscando otra cosa... Ver un charquillo que habían formado las cuatro gotas que habían caído, y encontrar las huellecitas del Señor Turón, pues no está nada mal...😃. Pues una alegría pa mi cuerpo dar con este enmascarado tan difícil de detectar. El hábitat, zona cerealista cargada de conejos no es para menos...
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